SAN SEBASTIÁN 2004

.- Algunos hechos a recordar:

Preside el Jurado Mario Vargas Llosa. La reducción en las aportaciones del patrocinador principal (Canal+, que este año no tiene la exclusiva de retransmisión) ha llevado a reducir un día la duración del Festival, a cobrar 30 € por cada acreditación y a pagar 1 € por cada programa. Retrospectiva de Anthony Mann. Retrospectiva de película "Incorrect@s". Retrospectiva de Woody Allen. Inauguración y clausura de la Sección Oficial con películas estadounidenses. Premios Donostia a Woody Allen, Annette Bening y Jeff Bridges (tres estadounidenses, y luego despotricamos contra el Imperio USA).

Me he visto 44 películas en 8 días. Ahora mismo no sé si Woody Allen ha rodado en Irán un documental con Fidel Castro o si Emma Suárez se ha ido de vacaciones con Evilenko en una motocicleta al Uruguay. Ya se asentarán las neuronas.

.- SECCIÓN OFICIAL:

.- Melinda y Melinda ("Melinda and Melinda", Woody Allen, 2004, USA) (***).

Por vez primera Woody Allen inaugura, con estreno mundial y fuera de concurso, este Festival. Cuando vino el año pasado a San Sebastián para una actuación de jazz, se le tanteó para ofrecerle este año el Premio Donostia, que él aceptó. Se lo entregará Pedro Almodóvar. El Festival le dedica una completa retrospectiva. Woody ha manifestado que con el gesto de venir a recoger el premio Donostia quería agradecer al público español la buena acogida que siempre han tenido aquí sus películas.

En el pase del Kursaal, por la mañana. Aplausos generales. Woody Allen, fiel a su estilo, nos ofrece más de lo mismo, es decir, una magnífica película. Diálogos brillantes, situaciones hilarantes, mezclando con gran sabiduría la comedia y el drama, como la vida misma. Es como si Eric Rohmer se hubiese trasladado a vivir a Nueva York. Allen nos cuenta dos películas en una, con dos Melindas diferentes, interpretada por la misma actriz, la guapísima Radha Mitchell (no es el mismo planteamiento que la dualidad de la mujer en Ese oscuro objeto del deseo de Luis Buñuel). Una es una tragedia y acaba mal, la otra es una comedia y acaba bien. Me pregunto por qué no habrá terminado la tragedia de forma amable y la comedia de forma trágica, quizás hubiera expresado mejor lo voluble que es la vida, aunque no sea necesario dado que es algo que ya se ha expuesto con anterioridad. Hace honor a aquella película de Edgar Neville, La vida en un hilo, donde el azar es el que marca nuestro destino (la Melinda "buena" se para a tocar un piano en la calle y conoce a un músico, la Melinda "trágica" conoce a un pianista en una fiesta en la que le iban a presentar a un dentista rico,...). La secuencia en que mezclan la política con el sexo es genial, la republicana es "radical", en la cama, mientras que el liberal es de "izquierdas". Allen consigue en sus películas hacernos creer lo fácil que resulta "hacer una película", todo es aparentemente sencillo: gente que habla, gente que camina, gente que bebe, gente que come,... pero no es tan simple; esos fragmentos están unidos de tal manera, con tal manejo, no de cámara, sino de sentimientos, que retrata con gran realismo la vida de la pareja, el amor, la necesidad, el enamoramiento. Ni más ni menos. Y Nueva York y el jazz como fondo ineludible. Gracias Woody.

.- Hermanos ("Bredre", Susanne Bier, Dinamarca, 2004) (**).

A concurso. Drama. Las imágenes que simulan la guerra de Afganistán están rodadas en Almería. Esta directora ya participó a concurso en San Sebastián 2002 con la película Dogma Te quiero para siempre. Es una película muy dura por el retrato familiar tan áspero que nos cuenta. Está bien narrada y te adentras perfectamente en la psicología de los personajes, especialmente en la de Michael, cuyo sentimiento de culpa (ha tenido que matar a un compañero militar para salvar él la vida) le bloquea emocionalmente respecto a su familia. La secuencia de ese asesinato forzado es de una crueldad infinita. La familia, la rivalidad entre hermanos, la culpa, los celos, los malos tratos,... Todo va creciendo de forma inexorable hasta un esperanzador final, cuando él empieza a contar a su mujer lo que verdaderamente sucedió en Afganistán: "Tenía un hijo pequeño..." (se refiere al compañero que mató). Bien.

.- Clandestino ("Inguélézi", François Dupeyron, Francia, 2004) (*):

A concurso. ¡Que mareo!. Hace una hora que he salido de la proyección y todavía me dura el mareo que me ha producido esta película. Hay directores que se piensan que son muy modernos porque mueven mucho la cámara, y desde luego, François Dupeyron debe sentirse muy moderno. Ha habido momentos que he tenido que cerrar los ojos del colocón que estaba pillando. A la salida he escuchado varios comentarios del público en el mismo sentido. Cámara a mano, con rápidos movimientos, arriba-abajo, derecha-izquierda,... La historia está bien. Una mujer francesa que acaba de perder a su marido, ayuda a un turco inmigrante ilegal a llegar a Londres. Hay muchas secuencias donde no pasa nada. Enciende un cigarrillo y mira... Al final ha habido algunos aplausos. Eric Caravaca y Marie Payen resultan muy convincentes, especialmente él como turco.

.- Nueve canciones ("9 songs", Michael Winterbottom, Gran Bretaña-USA, 2004) (**)

A concurso. Esta película, de 69 minutos de duración, muestra escenas de sexo explícitas, que francamente no aportan nada. Es cierto que desde El imperio de los sentidos hay películas que muestran estas cuestiones (Fóllame, Romance X) pero más me parece una estratagema comercial que una necesidad artística. De hecho había mucha gente en el pase de prensa. Bertolucci no tuvo necesidad de mostrar nada de esto en El último tango en París y consiguió una gran película con una carga erótica mucho mayor. Es preferible insinuar antes que mostrar. La actuación de los diferentes grupos está muy bien, son grupos y temas muy brutales, con letras violentas y lo que es peor "atrayentes", no me extraña que luego pasen las cosas que pasan. Grupos como Black Rebel Motorcycle Club, The von Bondies, Primal Scream, Franz Ferdinand, Super Fury Animals. Lo mejor es la breve actuación de mi admiradísimo Michael Nyman en un 60 cumpleaños. Creo que esta película es un error de este fabuloso director que tiene magníficas películas como En este mundo o Wonderland.

.- Conociendo a Julia ("Being Julia", István Szabó, Canadá, 2004) (****)

Fuera de concurso. Fabulosa. Bastantes aplausos. Es una película perfectamente engarzada. Juntar a William Somerset Maugham, István Szabó y Annette Bening en la misma película es todo un lujo. A lo que se une un espléndido Jeremy Irons, una ambientación extraordinaria (de 1938), y unos secundarios muy acertados (entre ellos Michael Gambon). Una gozada empezar así el día. Annette Bening borda su papel (no sé por qué pero me ha recordado mucho a Bette Davis, quizás por Todo sobre Eva y el teatro). Merece cualquier premio por su actuación. Julia (Annette Bening) actúa en la vida real como si estuviese en el teatro, y al final, mezcla en el teatro aspectos de la vida real. Esa dualidad es genial. El guión está basado en el texto "Teatro" que escribió en 1937 Somerset Maugham. Hace unos años se proyectó en la Filmoteca un ciclo de películas basadas en este autor. Al igual que Melinda y Melinda de Woody Allen, no sabes a ciencia cierta a que baza quedarte: ¿es drama? ¿es comedia?. Da igual. Quizás me inclino por la comedia, dado que lo que más se va a recordar es toda la secuencia de la venganza de ella con la actriz joven que le ha quitado al joven americano y además se acuesta con su marido, aunque esto no le importa a Julia ni lo más mínimo. Esta secuencia es una joya sólo al alcance de muy pocos.

.- Roma (Adolfo Aristarain, España-Argentina, 2004) (***):

A concurso. Ya se ha estrenado en Buenos Aires. Aplausos. La película se erige como un homenaje a los padres, especialmente a Roma, la madre en la película y nombre auténtico de la madre del director. Lo malo de esta película es que dura 155 minutos, es decir, dos horas y media, y se hace un poco pesada. De todas formas Aristarain construye una buena película, cargada de tintes autobiográficos y dotando de mucho contenido a sus personajes. Particularmente me sigo quedando con Un lugar en el mundo que me parece mucho más "redonda". Roma es el nombre de la madre del escritor, y es interpretada por Susú Pecoraro que hace un trabajo estupendo (no me extrañaría que le diesen la Concha a la Mejor Actriz) es absolutamente convincente en su papel de madre sacrificada por su hijo. Hay secuencias magníficas como cuando el hijo se despide del padre y le da un fuerte abrazo, no quiere despegarse de él, y será la última vez que le verá vivo. Ignoro las circunstancias familiares de Aristarain pero supongo que ese abrazo simboliza lo que a todos nos hubiera dar a un ser querido antes de su muerte. Es un momento mágico donde intuyes que algo va a suceder. Juan Diego Botto interpreta un doble papel: el de corrector en el momento actual y el de joven escritor en el pasado, cuya autobiografía está ayudando a escribir en el presente y que interpreta José Sacristán. Creo que es la primera vez que veo esto en el cine. La música juega un papel muy importante, especialmente el jazz. Los autobuses de época que salen de finales de los cuarenta son una maravilla. La recreación de los convulsos años sesenta (manifestación de estudiantes en la calle y la policía cargando) me ha hecho pensar en Soñadores de Bertolucci.

.- Tarfaya (Daoud Aoulad-Syad, Francia-Marruecos, 2004) (*):

A concurso. Me ha defraudado. Leyendo la sinopsis parecía un buen tema que podría dar pie a una buena película. Si embargo, no aporta gran cosa. Los paisajes de Tarfaya, en la costa marroquí, tienen una belleza especial a pesar de ser casi como desiertos. Las casas blancas son como cubos que no tienen ventanas al exterior y por dentro se dividen gracias a un patio central. La fotografía presentaba una tonalidad muy cálida. Es el guión, la historia donde falla el conjunto. No evoluciona. La chica espera para tomar una patera pero una serie de incidentes van retrasando su partida. Al final la chica consigue montar en un barco que abandona rápidamente (se supone, porque no se ve, que quieren abusar de ella) y se sube a un bote del barco.

.- Horas de luz (Manolo Matjí, España, 2004) (***):

Antes de empezar estas líneas quiero que mi primer pensamiento vaya hacia las víctimas y los familiares de las tres personas que fueron asesinadas por Juan José Garfia.

La única película española 100% que concurre a concurso este año. Una buena película que se adentra en territorios difíciles. Basada en hechos reales. La reinserción de un asesino, el perdón, las víctimas, el sistema penitenciario... todo se muestra con detalle. Por nuestra cabeza muchas preguntas se formulan: ¿puede un asesino cambiar? ¿debemos perdonar? ¿en nombre de quién? ¿son los familiares de las víctimas quienes tienen que olvidar?. Es todo muy difícil. El director y los guionistas dejan claro al principio que Juan José Garfia es un asesino sin escrúpulos que mata a tres personas sin miramientos. Es una mala bestia. Es encerrado en un régimen especial de aislamiento que, en caso de ajustarse a la verdad, me parece excesivo, humillante, denigrante. Es cierto que es un asesino pero... La aparición de Marimar (Emma Suárez) como enfermera en la prisión que se rebela contra esa tortura, le ayudará a convertirse, poco a poco, y gracias al amor de ella en una persona "normal". Me llama la atención que ella, en ningún momento manifiesta dudas al respecto, es una persona fuerte, con tres hijos pequeños, sin marido, y quizás, los guionistas deberían haber incorporado algún pequeño gesto de duda en ella con respecto a la relación que está construyendo con un asesino. El rótulo final viene a decir que lleva 20 años en la cárcel y se pregunta "¿cuándo terminará su castigo?. Este rótulo me parece un grave error. Deberían haber incorporado alguna referencia en este rótulo a las víctimas (ya lo hacen durante la película en dos o tres ocasiones) pero al final, el último de nuestros pensamientos debería ir para ellas. ¿Cuándo finalizará el castigo de los familiares de las víctimas?. Ellos también tenían hijos, esposas, madres,... Hay un momento en que el director de la cárcel que está favoreciendo la reinserción del "Garfia" afirma que las víctimas llevan al enemigo dentro, supongo que se referirá al odio. Es fácil hablar y perdonar cuando no se ha sufrido en las propias carnes. De todas maneras es una película valiente, bien construida y con buenos personajes.

Mi último pensamiento va dirigido también hacia las víctimas y sus familiares que supongo habrán sufrido con el rodaje de esta película.

.- Sueño de una noche de invierno ("San zimske noci", Goran Paskalievic, Serbia-Montenegro, 2004) (***):

Todo iba muy bien hasta que un final erróneo se ha cargado la película. Una lástima. No se entiende y no se admite un desenlace tan brutal. ¿No hay esperanzas para el pueblo yugoslavo? ¿o serbio, o bosnio, o...?. La historia es muy buena. Un hombre, Lazar, regresa al cabo de diez años de estar en prisión a su casa en Serbia. Allí se encuentra con Jasna y su hija autista Jovana que han ocupado la vivienda. La niña es una autista de verdad, no es Dustin Hoffman haciendo de... sino que es una enferma auténtica, por eso el rodaje tuvieron que hacerlo con dos mini-cámaras DV porque, en muchas ocasiones, la niña no actuaba sino que se dedicaba a ser ella misma. El director de larga experiencia (éste es su decimotercer largometraje) ha declarado que en cierta forma el autismo representa a una parte del pueblo yugoslavo (serbio) que vive encerrado en sí mismo y no es capaz de despertar. Hay una secuencia fabulosa en que una de las profesoras del colegio especial donde acude Jovana le explica a Lazar que es el autismo. Le cuenta una leyenda. Una vez las hadas se llevaron a todos los niños y dejaron en su lugar a sus propios hijos que no eran de este mundo. Esos son los niños autistas. También le dice que muchas veces los adultos pasan por fases de autismo (¿se referirá a mí?) y que incluso le sucede a sociedades enteras. El título viene de la obra de teatro que hacen los niños disminuidos y que lógicamente es El sueño de una noche de verano de William Shakespeare. Supongo que muchos padres y madres presentes en la sala habrán llorado al recordar a seres queridos, quizás a sus hijos, en esa misma situación de autismo, mongolismo,... En mi opinión el fallo de la película radica en un final excesivamente cruel: la madre muere accidentalmente al clavarle unas tijeras un alcohólico que estaba interesado en ella y Lazar marcha con la niña en el coche. La niña se va entre los almendros en flor y él se suicida. No. No se comprende. La única explicación que puedo encontrar, y con mucho esfuerzo, es darnos cuenta de lo precario que es la felicidad, cuando todo les iba bien, de repente, todo se hunde, lo mismo que le pasó a un país como Yugoslavia (similar en desarrollo social al nuestro), cuando todo iba bien, la guerra destruyó a miles de familias, una guerra de destrucción y de humillación como fue la guerra de Yugoslavia. En esta película se percibe claramente tan terrible herencia. Quizás gane la Concha de Oro.

.- Carta de una desconocida ("Yi feng mo sheng un ren de lai xin", Xu Jinglei, China, 2004) (***):

A concurso. Aplausos. Se trata de una nueva versión de la famosa novela de Stefan Zweig que ya adaptó al cine Max Ophüls en 1953 y con anterioridad John M. Stahl en 1938, aunque la primera es la que yo conozco. La adaptación que realiza Xu Jinglei no está a la altura de la de Ophüls pero cumple bien con la traslación del espíritu de la novela a la pantalla. La acción se inicia en 1948 para volver atrás y arrancar desde 1930 en adelante. La sensibilidad oriental se me antojaba inicialmente muy apropiada para plasmar este tipo de sensaciones que "flotan" en la novela y en la película de Ophüls, y no me he equivocado. La directora consigue momentos muy bellos, instantes en que tú estás viviendo dentro de la pantalla lo que te están contando, y sobre todo ese triste final donde la cámara avanza buscando el rostro de aquella niña, que muchos años atrás, en un segundo, se había enamorado para siempre de un hombre para el que ella será siempre una desconocida, a pesar de haber tenido un hijo de él. Es una historia muy romántica, muy dura, muy de telenovela venezolana, pero que fue escrita y narrada como sólo unos pocos han sabido hacer. La fotografía de Li Ping Bin es excepcional, me ha recordado a La linterna roja de Zhang Yimou y la música de Kobota Osama y Lin Hai maravillosa, ese toque suave al piano, muy minimalista, muy Michael Nyman. Es posible que fotografía y música se llevan algún premio.

.- Mi padre es ingeniero ("Mon père est ingénieur", Robert Guédiguian, Francia, 2004) (***):

A concurso. Aplausos. Robert Guédiguian es como Woody Allen o Claude Chabrol. Son cineastas-autores con un dominio sin secretos del método cinematográfico y que casi siempre elaboran buenas películas, con pocos alti-bajos, aunque afortunadamente a veces nos sorprenden para bien y para mal. Guédiguian rueda nuevamente en Marsella, con su grupo de actores habitual (Ariane Ascaride a la cabeza) y con una historia apegada a la realidad de nuestros días: inmigración, racismo, juventud, el amor en la pareja,... aunque incorpora cierta novedad al servirse de la representación cristiana del nacimiento y del belén para solapar sus propias historias. Lo del Belén laico ha sido todo un acierto (lo ponen por respeto a las creencias de la madre, pero no ponen al niño por respeto a las creencias del padre). Esta "mezcla" está muy bien escenificada, por ejemplo, María y José se acomodan en una nave industrial, los jóvenes con sus vespinos parecen los pastores,..., sin que en ningún momento podemos pensar en una utilización irrespetuosa en términos religiosos. El momento que más me ha gustado ha sido cuando ha empezado a sonar la canción de "Wonderful life" que cantaba Black y que me ha traído muchos recuerdos personales. Además Guédiguian la ha mantenido prácticamente íntegra. Y por supuesto el director pone en boca de su actriz los pensamientos políticos que le han caracterizado, lo mejor, cuando ella dice que está harta de la gente que lo frena todo, que no hace nada, que no se compromete. La pregunta que se hacen todos los años la pareja: "¿seguimos o lo dejamos?" es perfectamente equiparable a la situación que nos rodea: ¿seguimos luchando contra la injusticia o lo dejamos?

.- Omagh (Pete Travis, Gran Bretaña-Irlanda, 2004) (***):

Nuevamente mi pensamiento inicial irá dirigido a las 31 víctimas mortales y a los familiares de aquella atrocidad terrorista.

A concurso. Aplausos. Es ópera prima. Causa estupor comprobar las barbaridades que el hombre es capaz de cometer. No hay justificación posible en la excusa de decir que avisaron de la colocación de la bomba (recuérdese Hipercor). Quién pone una bomba es el único responsable de su acto. Las legítimas discrepancias políticas han de ser resueltas siempre a través de la palabra, el diálogo y la razón, y si esto no conduce al entendimiento (no siempre hablando se entiende la gente), ha de respetarse lo que la mayoría democrática decida. Nos guste o no nos guste. La democracia, con todos sus defectos de representación, es el sistema político menos malo, y siempre ha de tratar de mejorarse dentro de los cauces legales establecidos. Jamás recurriendo a la violencia. De ningún tipo. Sirva esta declaración para todas la películas que tratan la lacra del terrorismo. De hecho, al final, Michael Gallagher, el padre de una de las víctimas, hace un pequeño discurso donde se refiere a todas las víctimas del terrorismo y declara: "No nos marcharemos, no nos callaremos, no olvidaremos". La película está rodada mucho con cámara en mano, con una fotografía plana, de poca variación cromática. La angustia del padre que busca a su hijo en los hospitales (uno de tantos familiares) es horrorosa. Y por desgracia, al final, sólo le queda reconocer el cadáver de su hijo. El recuerdo del 11 de marzo ha estado muy presente. Yo tampoco olvidaré. Es posible que el actor que interpreta a Michael Gallagher, Gerard McSorley, reciba el premio al mejor actor, o incluso la película la Concha de Oro. No me resultaría extraño. A San Sebastián ha venido el propio Michael Gallagher.

Entre aquellas 31 víctimas había dos niños.

.- El bosque de las arañas ("Geo-mi-soop", Song Il-gon, Corea del Sur, 2004) (*):

A concurso. Ha sido algo aplaudida, cuestión que no puedo entender. En los últimos años el Festival de San Sebastián siempre nos deleita con una producción coreana. La del año pasado Crónicas de un asesino en serie fue una excelente película. La de este año se me ha hecho insoportable. Una historia "coreana" de fantasmas muy enrevesada y que yo, particularmente, no he llegado a entender (supongo que estaría "espeso") aunque luego he escuchado algunos comentarios similares. Por supuesto y siguiendo la moda, hay una fragmentación de la línea narrativa temporal. De repente va para atrás, luego hacia delante, luego retrocede mucho, retrocede más, va al medio, va... yo que sé; las arañas son espíritus, el viejo es en realidad un niño, el niño que se fue es en realidad él de adulto,... ¡Un cacao!. Hay secuencias interesantes pero el conjunto desmerece muchísimo. A ver el año que viene.

.- Silver City (John Sayles, USA, 2004) (**):

A concurso. Aplausos. Otro "cacao" aunque en este caso estadounidense. Una historia de corrupción política e inmigración ilegal, con un arranque magnífico (el candidato pesca un cadáver en un lago cuando están rodando un anuncio) pero que luego se pierde en vericuetos, a veces incomprensibles, hasta alcanzar los 130 minutos de duración. Me esperaba algo más en la línea de Barry Levinson y La cortina de humo. Lo mejor es cómo van apareciendo una serie de actores y actrices muy conocidos, por ejemplo Tim Roth, Daryl Hannah o Kriss Kristofferson. Al igual que en la película coreana hay secuencias muy interesantes, pero falla de nuevo el conjunto. Corrijo, lo mejor, es la crítica ácida que vierte sobre la clase política en general con un candidato inepto, que no sabe hablar si no tiene un guión delante y que no tiene ni idea de nada, pero que aventaja en 15 puntos al otro candidato. Hay un momento en que sale por la televisión y no le tienen puesto el sonido y se dice: "sin sonido es mejor candidato". Así nos va. Por cierto el undécimo mandamiento es "no hacer esperar a la prensa" (lo dice Richard Dreyfuss en su papel de organizador de la campaña).

.- Sumas y restas (Víctor Gaviria, Colombia-España, 2004) (**):

A concurso. Aplausos. Durante la primera media hora se ha dicho "hijo de puta" o "puta" a secas 786 veces, "huevón" se ha dicho 312 veces y "marica" en 189 ocasiones. Después ya no he podido llevar la cuenta. Si tenemos en cuenta tal riqueza de vocabulario y le sumamos el hecho de que aproximadamente un 50% de los diálogos son ininteligibles, pues... De todas formas es otro retrato más del mundo de la droga y la violencia en Colombia, aunque en esta ocasión, incorpora a otros sectores socialmente no marginales. Es un ingeniero el que se mete en ese mundo para enriquecerse rápidamente y hacer negocios inmobiliarios. Pero lógicamente su experiencia será nefasta. Hay secuencias de gran violencia como siempre. Desde luego vivir en Colombia debe ser como vivir en el infierno.

.- Bombón (El perro) (Carlos Sorín, Argentina-España, 2004) (**):

A concurso. Aplausos. Creo que el final no está bien narrado. La historia empezó muy bien (en paro vendiendo cuchillos), continuó bien (el regalo del perro), evolucionó adecuadamente (concurso de perros) pero... en su tramo final se desinfla. El perro se pierde, él va a encontrarlo, lo encuentra y... ya está. Sí, sabemos que el perro ha aprendido a montar a las hembras y se supone que se utilizará para procrear pero.... Da la sensación de que no han sido capaces de encontrar un buen final para esta historia. Una lástima, aunque de todas maneras, es una película que se ve con mucho agrado y que ¡se entiende!.

.- Las tortugas también vuelan ("Turtles can fly", Bahman Ghobadi, Irán-Irak, 2004) (****):

A concurso. Aplausos. Es quizá la mejor película exhibida hasta ahora y lo hace el último día. Una historia ambientada en un campo de refugiados kurdos en el norte de Irak, muy cerca de la frontera con Turquía, días antes de la invasión estadounidense. Más allá de una película iraní o iraquí, es una película kurda. Los niños buscan minas para desactivarlas y venderlas. Consiguen también una gran antena parabólica para ver las noticias sobre la guerra que intuyen muy cercana. La historia está muy bien narrada. En los papeles entregados a la prensa, el director dedica esta película "a todos los niños inocentes del mundo, víctimas de la política de los dictadores y de los fascistas". Este es el tercer largometraje de este director iraní para mí desconocido. Firme candidata a la Concha de Oro.

.- Una mujer difícil ("The door in the floor", Tod Williams, USA, 2004) (**):

Clausura la sección oficial fuera de concurso. Pocos pitidos y nada de aplausos. Novela de John Irving. ¡Qué suerte tienen algunos en perder la virginidad con Kim Basinger!. Y sesenta veces. Ni una más ni una menos. Ella está guapísima, la madurez le sienta fenomenal. Jeff Bridges está correcto. Esta película se proyecta debido al Premio Donostia que se le va a entregar a él. Hay una secuencia que me ha llamado la atención por la metedura de pata del director: Jeff Bridges corre por la playa perseguido por la mujer que acaba de abandonar y ella va detrás como una posesa, es una secuencia con cierto tono humorístico, pero que justo en ese momento, la banda sonora adquiere un énfasis tan brutal que queda ridículo y hunde toda esta secuencia. Muy normalita.

.- El cielito (María Victoria Menis, Argentina-Francia, 2004). A concurso. Es la única película de la Sección Oficial que no he podido ver.

 

.- SECCIÓN ZABALTEGI:

.- Vera Drake (Mike Leigh, Francia-Gran Bretaña, 2004) (***):

Inaugura la sección Zabaltegi. Ha sido la ganadora del León de Oro a la mejor película y a la mejor actriz, en el pasado Festival de Venecia. Drama. Al final, después de los créditos, aparece una dedicatoria: "A mis padres, a un médico y a una partera". Es una película dura pero no porque se vean imágenes fuertes o violentas, en absoluto, es dura porque no te imaginas que una buena mujer como Vera Drake se vea en la situación en que se ve por "ayudar a las chicas jóvenes que están desesperadas". Estamos en 1950, se suponen que en Londres, ella es una mujer mayor que trabaja como asistenta, es una buena mujer que lleva 27 años casada, y con dos hijos mayores. Una familia absolutamente normal si no fuera porque ella practica abortos, pero lo hace con absoluta normalidad, sin recibir dinero a cambio (es la intermediaria, a escondidas, la que se queda con el dinero), ella sólo lo hace por "ayudar". La familia no sabe nada. Es una narración clásica, con una fotografía oscura y breves apuntes musicales. La condena final a dos años y seis meses (el mínimo eran dieciocho meses) te hace pensar si es justo o no, aunque en ese momento es la Ley la que está hablando y no la Justicia. Es curiosa la forma en que practica los abortos: introduce, con una pera, agua caliente con desinfectante y jabón en el útero de las jóvenes. "Mañana o al día siguiente notarás un fuerte dolor en el vientre, ve al baño, sangrarás y ya está" esto es lo que les dice a las mujeres. Vera limpia una casa de una mujer adinerada, su hija se ha quedado embarazada y, sin que la madre lo sepa, acude a una clínica un fin de semana pagando mucho dinero (100 libras) en este caso no hay problemas, todo se hace "legal". Es claramente una crítica social, los pobres no tienen acceso a esa atención y se juegan la vida (hay una joven negra que aborta y se queda sola, llorando,...) lejos de su país, de su familia y seguramente dedicándose a la prostitución. La interpretación de Imelda Staunton como Vera está muy bien, aunque tampoco creo que sea algo "especial" y que justifique el premio de Venecia, quizás sea un error mío de apreciación y confunda personaje y actriz, es decir, es tan perfecta en su papel que debe ser ella misma como persona. Seguro que estoy equivocado.

.- Nuestra música ("Notre musique", Jean-Luc Godard, Francia-Suiza, 2004) (**)

Los trabajos de Godard hay que digerirlos poco a poco. Ha habido algún pitido y algunos aplausos. Resulta muy difícil extraer de un único visionado toda la sustancia que encierra. Particularmente he salido de la proyección frío, ausente, alejado,... aunque creo que me ha gustado, o no,... Este ensayo cinematográfico (no es exacto llamarle película) ha recibido el Gran Premio Fipresci a la mejor película del año. Creo que el prestigio intelectual de Godard nubla muchas veces las cabezas de los jurados. Ante todo Godard expone en una primera parte ("Infierno") lo absurdo de todas las guerras que el hombre ha librado durante siglos y utiliza imágenes reales, mezcladas con fragmentos de películas (esta parte es una especie de preludio y dura unos minutos). Luego viene la parte central ("Purgatorio") donde una joven periodista, francesa y judía de origen ruso, acude a Sarajevo para entrevistar a un poeta palestino. Acude a esta ciudad como símbolo de reconciliación; luego irá a visitar el puente que se está reconstruyendo en Mostar y que igualmente cumple con esa simbología. Esta parte es el núcleo de la película. Juan Goytisolo deambula recitando versos por la derruida Biblioteca de Sarajevo y la verdad es que lo hace fatal. Sus disertaciones poéticas quedan como pegotes. Toda esta parte está llena de citas y referencias cinematográficas, por ejemplo, cuando ella lee los carteles de La pasión de Juana de Arco de Dreyer referentes a la "liberación, la victoria y el sacrificio" que es justo lo que ella hace. En la tercera parte ("Paraíso") ella ha muerto en un cine de Jerusalén, ha sido abatida por la policía al amenazar a la gente del cine con una supuesta bomba, en realidad eran libros, dejando a la gente marchar y pidiendo que si algún israelí quería sacrificarse con ella por la paz, podía quedarse. Todos se fueron. Toda esta parte no se ve, se la cuenta el traductor a Godard por teléfono. El caso es que ella se ha sacrificado y está en un verdoso paraíso custodiado por los marines americanos. Toda una ironía.

.- Darwin´s nightmare (Hubert Sauper, Austria-Francia-Bélgica, 2004) (***)

Documental. Retrata la miseria en los alrededores del Lago Victoria, en Tanzania. Hace años se introdujo un pez de enormes dimensiones, la perca del Nilo, en el lago acabando con la fauna autóctona y contaminando las aguas, al restar el oxígeno. Esto permitió que floreciera una industria pesquera importante, financiada con dinero de la Unión Europea, para la exportación de los filetes de estos pescados a Europa y Japón. Enormes aviones rusos transportan la carga. A la población autóctona sólo les dejan los armazones (el esqueleto con la cabeza) de los pescados que secan y fríen. Resulta demoledor ver a los niños de la calle, huérfanos, sin nadie que les de un abrazo, un beso, esnifando la cola de las cajas de pescado para dormirse, peleándose por un puñado de arroz. Es penoso ver a las jóvenes cuya única salida es la prostitución (una de ellas fue asesinada por un australiano). Y el sida acabando con la vida de miles de jóvenes. Y la Iglesia recomendando no utilizar el condón porque es "pecado". Los aviones rusos se llevan el pescado y a cambio traen armas para la guerra. Hay una reunión de funcionarios de la Unión Europea que resulta paradójica. Se enorgullecen de haber puesto en marcha la industria de la exportación del pescado, se supone que algún beneficio obtiene la gente de esa tierra (aparte de los dueños de las fábricas) sin embargo, en la calle, no se percibe nada de esa supuesta riqueza. 500 toneladas diarias de pescado mientras se habla de que la gente muere de hambre en Tanzania. Muy triste.

.- Looking for Fidel (Oliver Stone, España, 2004) (***):

Oliver Stone me ha sorprendido gratamente. Tenía algunas dudas al respecto dado que no había visto el documental anterior que sobre Fidel Castro había rodado (Comandante). No se ha cortado un pelo. De forma muy directa (aunque pocas veces se miran a los ojos, miran casi siempre a la traductora) pregunta por las ejecuciones que se realizaron a principios del 2003 (este documental se rodó en mayo de 2003), le habla a Castro con rotundidad, y Castro como "profeta" que se siente, tampoco se corta. El caso de Cuba es muy complicado. Fidel Castro es desde luego un dictador que no está dispuesto a abrir el país a un régimen democrático. Juraría que ni una sola vez se han pronunciado las palabras Libertad y Democracia. Castro habla mucho de respeto al pueblo y justifica sus acciones porque considera que están en "estado de guerra virtual" con los Estados Unidos. Para Castro los "disidentes" a los que se refiere en tono despectivo, son "mercenarios" pagados por los americanos para conspirar contra Cuba. Sorprende y esto es muy loable el tema de la educación y de la medicina cubana. A los cubanos no les cuesta ni un "centavo" la educación, desde la infancia hasta la universidad, otra cuestión sería conocer si las circunstancias económicas permiten que unos jóvenes estudien en vez de trabajar. Hay una secuencia increíble en la que se celebra una reunión entre ocho acusados por tratar de secuestrar un avión, con el propio Fidel, los abogados defensores, los fiscales y el propio Oliver Stone que interroga con libertad a los acusados, aunque se les ve muy intimidados por la presencia de Castro. Tres fueron condenados a 30 años y los otros cinco a cadena perpetua (supongo que por robar una manzana te condenarán a diez años). Esas penas son una barbaridad. Hay momentos en que Castro dice verdades como puños respecto a los americanos y su política imperialista, y Oliver Stone se queda sin respuesta. Por ejemplo Stone le pregunta por qué aquellos que fueron ejecutados no recibieron visitas de familiares y Castro le responde con el ejemplo de Guantánamo. Los baños de masas a los que se somete Castro me recordaba a los mismos baños de masas de Franco en la Plaza de Oriente. Ambos hablaban del pueblo, de la patria, de las conspiraciones,... ambos realizaban, con mayor o menor acierto, políticas sociales (casas, seguridad social) pero ambos negaban al pueblo su auténtica libertad.

.- Como una imagen ("Comme une image", Agnès Jaoui, Francia-Italia, 2004) (***)

Aún recuerdo el excelente sabor que me dejó Para todos los gustos en el Festival de San Sebastián de 2000, igualmente dirigida por Agnès Jaoui y escrita, como ésta, con Jean-Pierre Bacri. Ambos constituyen una pareja de guionistas y actores fabulosa, y ella como directora es perfecta (me recuerda mucho a Woody Allen). No resulta extraño que Para todos los gustos recibiera multitud de premios y que Como una imagen haya ganado el premio al mejor guión en el último Festival de Cannes. La historia, mejor dicho, las historias, están muy bien "cruzadas", es lo que más te llama la atención, es de esas películas corales, que aunque haya un papel principal (en este caso el de Lolita) todos los demás adquieren un nivel que no se puede llamar secundario. Deliciosa.

.- Próxima salida (Nicolás Tuozzo, 2004, Argentina) (***):

Se trata de una ópera prima. Me ha recordado mucho a Ken Loach y a Los lunes al sol. Un conjunto de ferroviarios que llevan toda la vida en el tren y que de repente son despedidos, bueno, en realidad, no son despedidos, sino que "renuncian". Todos menos uno firman la renuncia a cambio de una pequeña gratificación, pero es que no les queda otra, han cerrado la línea ferroviaria y de repente, están en paro, en medio de una situación económica argentina terrible. Uno se mete a "remix" (taxista), otro roba un supermercado después de haber hecho de hombre-anuncio, otro se dedica a buscar una gotera en su cuarto de baño después de haber recibido la orden de desahucio del banco. Es posible que nuestro destino esté escrito, pero algo habrá que hacer, tendremos que tratar, uno a uno, con nuestras actuaciones, de intentar mejorar las cosas y acabar con las injusticias. Este es el mensaje que se desprende de la película. "No podrán cerrarnos todos los caminos" (así se anuncia). Muy bien.

.- La guarida de mi padre ("In my father´s den", Brad McGann, Nueva Zelanda-Gran Bretaña, 2004) (***):

Me ha sorprendido gratamente. A pesar de haber visto hoy cinco películas más y ser las dos de la mañana, he estado muy metido en la historia. La poquita gente que había en el pase de prensa ha aplaudido al final. La traducción del título al español no expresa bien el sentido original. Es una historia muy dura, difícil de narrar, enrevesada, pero que al final encaja perfectamente. Hay algo en sus imágenes, en su música, en su ambientación, que te engancha. Rompe la linealidad narrativa pero lo hace muy bien, no chirría como en otras películas "modernas" que se piensan que rompiendo la línea temporal son geniales. El final, con ella marchando por la carretera es magnífico, porque nosotros ya sabemos lo que va a suceder.

.- Barcos de cáscara de sandía ("Karpuz kabugundan gemiler yapmak", Ahmet Uluçay, Turquía, 2003) (**):

Ópera prima. Una lástima que tenga algunas lagunas narrativas que lastran el conjunto porque de otra manera estaríamos ante una pequeña joya de la cinematografía. El comienzo es excepcional, casi de película muda, el ataúd a la puerta, el gato, el vendedor de sandías que contempla. La historia de los dos amigos apasionados por el cine que están intentando construir un proyector es fabulosa. La secuencia cuando tratan de que los fotogramas se muevan a 24 por segundo para dar sensación de movimiento es inolvidable. La historia de amor que intercala con la muchacha es también magnífica. Ella no quiere saber nada de él, y es la hermana pequeña la que está enamorada del muchacho: las nueces, la carta, el rapado de pelo, son momentos de gran cine. Hacía tiempo que no me reía con tantas ganas como cuando el tonto del pueblo, que acompaña a los muchachos en su intento de dar vida a las imágenes, empieza a ver la vida real como si fuera los pasos del proyector: a saltos, y moviendo las manos enérgicamente delante de los ojos como si fuera el paso de luz. Las risas han sido generales. Un momento único. Lo triste de este tipo de películas es que nunca más podremos volver a verlas, seguramente ni se emitirán por televisión, ni se estrenarán en salas, ni vídeo... Por eso debemos intentar mantenerlas en nuestra cabeza escribiendo estos rápidos comentarios.

.- En la palma de la mano ("In die hand geschrienben", Rouven Blankenfeld, Alemania, 2003) (**):

¡Joder! Esto si que es violencia doméstica y malos tratos. Una mujer y su marido se cambian a vivir a casa del padre de ella para cuidarle. El padre está incapacitado y requiere continuos cuidados. La fanática religiosidad del marido no permite que su suegro sea ingresado en una residencia. Ella tiene que hacerse cargo de un padre al que nunca ha querido (fue cruel con ella en la infancia) y con un marido que la humilla constantemente. Como botón de muestra cuando ella introduce en la boca del padre el paño lleno de mierda con el que le está limpiando.... Lógicamente ella al finar se liberará de tan pesadas cargas de forma poco ortodoxa. ¡Ah! y ella se llama María y recibe llamadas telefónicas de Dios, o eso cree ella. La película se rodó en digital y con ¡4.000 €! de presupuesto. El guión va avanzando correctamente, no hay ni el menor resquicio de inverosimilitud y el cruel final resulta hasta comprensible y justificable, claro que luego aparece en los periódicos como "muertes por violencia doméstica" ignorando muchas veces lo que se esconde detrás, sin que esto sea óbice para justificar estas atrocidades. La fotografía de la película es muy fría como corresponde a este tipo de historia.

.- Diarios de motocicleta (Walter Salles, Estados Unidos, Francia, Argentina, Gran Bretaña, 2004) (***):

Perlas de otros Festivales. Presentada en Sundance. Muy aplaudida. Robert Redford figura como productor ejecutivo. El "Che" Guevara antes de convertirse en mito, cuando sólo era un muchacho de 23 años que empezaba a cuestionarse la triste realidad que nos rodea (entonces y ahora). De hijo de un burgués a revolucionario e icono del siglo XX. Sin ánimo de ser presuntuoso siempre me ha llamado la atención las casualidades que he compartido y comparto con Ernesto Guevara de la Serna, en primer lugar, es obvio que el nombre, Ernesto, en segundo lugar, el apodo, "el Che", mi familia, desde mi infancia, siempre me ha llamado así, en tercer lugar, el asma que a veces nos asfixia, en cuarto lugar, la barba desde muy jóvenes, y en quinto lugar, pero el más importante, cierto espíritu de lucha contra la injusticia, con la única (e insalvable) diferencia que los valientes de aquellos años hicieron la revolución, mientras que los cobardes, en estos años, no somos más que clase media del montón que escribimos en "cartas al director".

La película nos narra el viaje que hicieron en 1952 Ernesto Guevara de la Serna y su amigo Alberto Granado en moto ("La Poderosa") por parte de la América Latina. Desde Buenos Aires hasta Venezuela, pasando por Chile, Perú y Colombia. Un viaje de 12.000 kilómetros. Walter Salles vuelve a deleitarnos con una bella historia que ante todo nos relata la franca amistad de dos hombres, de dos jóvenes que abrieron sus vidas con generosidad a los demás. Es una road-movie hacia la toma de conciencia social, es un viaje externo en lo físico pero interno en lo moral. Está muy bien rodada, estructurada, no hay ninguna secuencia que chirríe. Y ambos personajes lo bordan. Todo se sucede con naturalidad, te ríes, sufres, compartes,... Alguno de los escenarios naturales que atravesaron son increíbles (el Machu Pichu, el Amazonas, la Patagonia).

Al final aparece el auténtico Alberto Granado que sigue viviendo en Cuba. Luego aparece el pueblo, a través de una serie de estampas en blanco y negro (no son fotografías, son tomas estáticas) el que nos mira a los ojos. "Como siempre el pueblo llegará...". Y sobre los títulos de crédito las auténticas fotografías de aquel viaje.

.- Salvador Allende (Patricio Guzmán, 2004) (****):

Un gran día. Primero, "el Che", segundo, el "Chicho" como se llamaba a Salvador Allende cuando era un niño de pelo rubio. Ambos médicos y ambos "luchadores sociales", el primero desde la revolución y las armas, el segundo desde la democracia y la palabra. Magnífico documental. Patricio Guzmán sigue indagando con acierto en la trágica historia de su país. "Allende el pueblo te defiende". "El poder cultiva el olvido" (frase de Patricio Guzmán). Es extraño que el pueblo chileno, aunque fuera sin armas, no saliese a defender a su Presidente en la Casa de la Moneda. Hay un dirigente de la UP (Unidad Popular) que afirma que les faltó "coraje". No tenían armas a pesar de que se intuía desde tiempo atrás que el golpe de estado iba a producirse. La fotografía de Allende, tras su suicidio, muerto, con la cabeza abierta, partida, su cuerpo inclinado sobre una especie de diván, la metralleta entre las piernas,... es de una enorme tristeza. Un Presidente que había sido elegido democráticamente por el pueblo (con un 42% de votos) era conducido hasta el suicidio por la alta burguesía chilena, apoyada casi en su totalidad por el ejército y respaldados, desde hacía muchos años, por la CIA, con Nixon y Kissinger a la cabeza. Otra más de las atrocidades que los gobiernos (que no los pueblos) estadounidenses llevaron a cabo en aquellos penosos años de guerra fría. Cuando Salvador Allende llevaba un año en el poder recibió la visita en Chile de Fidel Castro. Aquello era interpretado por Nixon como la consolidación de un eje Santiago-La Habana. El discurso de Allende ante las Naciones Unidas fue un alegato contra las grandes compañías transnacionales que atentaban contra los parlamentos soberanos de países como Chile y que por lo tanto vulneraban las voluntades de los pueblos. Cuando finalizó el discurso recibió una gran ovación del auditorio que incluso se puso en pie para aplaudirle. No me cabe la menor duda de que fue un hombre íntegro, fiel a sus ideas de una mayor justicia social y respetuoso con las formas democráticas (el que era embajador de USA en Chile afirma que era "civilizado"). El documental finaliza con el recitado de un poema en el que la historia marcha para atrás, viene a decir algo así como que vuelven las balas a los fusiles, los aviones marchan hacia atrás, la Moneda se reconstruye, la cabeza de Allende se rehace, los trabajadores se manifiestan, ¡Venceremos!.

.- Nietos (Identidad y Memoria) (Benjamín Ávila, Argentina, 2004) (***):

¡Cuánto dolor!. Documental. El drama de los desaparecidos por la dictadura militar en Argentina. Ignoramos con muchísima frecuencia el tremendo dolor de miles de personas. Lloramos por el hijo muerto, ignorando que hay miles de madres y padres que ni siquiera, durante muchos años, supieron si su hijo/a estaba vivo y que jamás recuperaron, ni un pedazo de su cuerpo. Por supuesto, no es consuelo para el que pierde un hijo pero ¿cuál es el límite del dolor?. Argentina es sin duda una nación que en las últimas décadas ha sufrido lo indecible. Todavía hoy, el drama de los 30.000 desaparecidos sigue muy presente en la sociedad argentina. Son heridas muy abiertas, que están tratando de cerrar. Las declaraciones de una niña de once años, Leticia, me han destrozado (es una entrevista grabada hace muchos años, posiblemente sobre el 87). Ella recuerda, cuando tenía tres años, cómo unos hombres encapuchados se llevaron a su mamá y la golpearon en la espalda. Ella dice que hace ocho años que no sabe nada de su mamá (el golpe militar fue en el 76). El entrevistador le pregunta si cree que está viva, si volverá a verla. Y ella,... llora. Llora con las lágrimas más grandes y más puras que he visto. En ese momento he querido atravesar la pantalla y correr hacia ella para abrazarla, para besarla, para tratar de mitigar, por muy poco que sea, su enorme dolor. Luego, pasea con el entrevistador, y éste le pregunta qué habría que hacer con los que hicieron desaparecer a su mamá y ella, con gran serenidad, le dice que habrá que juzgarlos, él pregunta ¿hay que hacerlos desaparecer a ellos también? Y ella, desde la atalaya de sus once años, dice que no, que para eso está la justicia. Un hijo que conserva una poesía que le escribió su madre, donde ella le dice que fue concebido con mucho amor y que ahora debe él repartir ese amor por el mundo. Un hijo que conserva un cuadro pintado por su madre. En el cuadro vemos como una madre abraza muy fuertemente a un bebé (se supone que él) le rodea con sus brazos de forma muy fuerte, como si tuviera miedo de perderlo. Es un cuadro muy expresivo. Padres que conservan la voz de la hija grabada en una cinta magnetofónica, donde ella habla al hijo por nacer (no saben si nació, si murió, si fue niño, si fue niña,...) una voz rebosante de amor hacia el hijo... y sólo conservan una cinta. Hermanos que se reencuentran tras 20 años. Fotografías de los jóvenes desaparecidos llenos de vida, con amplias sonrisas, padres que fueron asesinados a los 26 años,....... Me duele hasta el aliento como escribió Miguel Hernández. Casi al final, en un momento de gran emoción, sobre el fondo de las fotografías de decenas de desaparecidos, se oye una canción grabada en una iglesia en el 2003 y que pertenece a un cura (me fijé en los títulos de crédito), la canción dice: "Hay que seguir andando... no más. Hay que seguir andando".

.- Cama adentro (Jorge Gaggero, España- Argentina, 2004) (**):

El cine argentino está teniendo una gran presencia este año. Nuevamente el drama de la crisis argentina. Una mujer de clase media alta no tiene ni un céntimo y se pasa el día empeñando cosas. Mantiene a Dora su empleada doméstica de toda la vida a la que debe un montón de meses. La relación de ambas es peculiar y al final acabarán juntas pero en casa de Dora, de ahí el título, es la cama de la "señora" la que entra en la humilde casa de la chacha. Las interpretaciones de Norma Aleandro y Norma Argentina son estupendas. El ritmo de narración es correcto.

.- La dama de honor ("La demoiselle d´honneur", Claude Chabrol, Francia-Alemania, 2004) (***):

Perlas de otros Festivales. Se presentó en Venecia. Novela de Ruth Rendell. Claude Chabrol sigue demostrando en sus últimas películas un talento narrativo fruto de su amplia filmografía. Es la historia de un amor enfermizo que se desarrolla en una ambientación cerrada, claustrofóbica. No hay fallos en el guión y la narrativa evoluciona correctamente, hasta un desenlace

.- Frío sol de invierno (Pablo Malo, España, 2004) (**):

El título es una estupidez. Ópera prima. Bien. Lo mejor son las actuaciones de todos los actores, están francamente muy bien. Hacía tiempo que no veía a Marisa Paredes actuar en el amplio sentido de la palabra (Crepúsculo rojo....¡el horror, el horror!). Unax Ugalde transmite gran verosimilitud a su papel (me recuerda mucho en sus formas a Eduardo Noriega) y la, para mí, desconocida, Raquel Pérez está genial en su papel de joven prostituta. ¿Por qué el tema de Lisboa? ¿les apetecía viajar?. Un interesante debut.

.- Wilby Wonderful (Daniel MacIvor, Canadá, 2004) (**):

Bueno... está bien, un drama con toque cómicos ambientado en una pequeña localidad de Nueva Escocia en Canadá, con una historia que transcurre en 24 horas y con un variopinto grupo de personajes. Lo mejor es la presencia de Rebecca Jenkins.

.- Perseguidos (Eterio Ortega, España, 2004) (**):

Un poco frío. Documental sobre cómo viven en el País Vasco algunas de las personas amenazadas por ETA. Lo mejor es que en ningún momento se nos dice a qué se dedican esos amenazados. Da igual. No hay ninguna razón que justifique en democracia las actitudes fascistas de los que amenazan y asesinan. Me da igual que sean políticos, jueces, periodistas, ... sencillamente son personas que viven permanentemente amenazadas por sus creencias que son tan legítimas como las mías, aunque no coincidamos, pero que tienen el derecho de defender a través de la palabra y nunca siendo coaccionados y asesinados por un grupo de fanáticos incapaces de hacer ni el más mínimo ejercicio de raciocinio. El guión es de Elías Querejeta que demuestra el compromiso que todos deberíamos tener siempre, en nuestra vida diaria, desde las cosas más pequeñas hasta los hechos más grandes. Un compromiso firme por defender mis ideas y permitir que los demás manifiesten las suyas, pero siempre sin ningún tipo de violencia.

.- La sombra del caminante (Ciro Guerra, Colombia, 2004) (**):

Se empezó a rodar en el 2002 y se concluyó este año gracias al proyecto de Cine en Construcción, con el apoyo de la Casa de América. Es terrible cuando uno de los hombres relata cómo mataron a su papá y a su mamá, "luego dijeron que había sido la guerrilla, los paramilitares, los narcos, los militares,.... lo único que sé es que están muertos".

.- María llena eres de gracia (Joshua Marston, USA, Colombia, 2003) (***):

Perlas de otros Festivales. Ópera prima. "Basada en mil historias reales" (así se anuncia). Había mucha expectación con esta película que ganó en Berlín el premio a la mejor actriz para Catalina Sandino. No ha defraudado. Retrata con gran realismo el viaje de una joven colombiana a Nueva York, transportando en su interior dosis de heroína. Es lo que se llama "hacer de mula". Toda la parte en que ella ha de ingerir unas 60 pequeñas bolsitas con la droga ("pepas") es muy angustioso. Y luego el viaje, la detención en el aeropuerto, la muerte de una de las "mulas", la huida. Me ha gustado especialmente la actuación de Patricia Rae que hace de hermana de la joven muerta, transmite a su personaje gran autenticidad.

.- Un modo de vida ("A way of live", Amma Asante, GB, 2004) (**):

Una película muy dura, aunque me recuerda mucho aquellas producciones para la televisión británica de Ken Loach. Las clases marginales inglesas sumidas en la delincuencia, la droga, la violencia, con familias destruidas, el racismo,... Un cóctel explosivo que lógicamente acaba muy mal. De todas formas supongo que en muchos telefilms de sobremesa (que no veo) se tratan problemáticas similares.

.- Rejas en la memoria (Manuel Palacios, España, 2004) (**):

Sogecable and Company. Es decir Grupo "Risa" y adláteres. La única mención que se hace de las atrocidades de los republicanos (que también las cometieron) es el tema de la quema de iglesias y fusilamiento de curas. Nada de "checas". Partimos del hecho de que la objetividad en temas históricos es una entelequia, pero creo, que por lo menos, debemos tratar de acercarnos lo más posible a la verdad (o verdades) de la historia. ¿Quién se cree que puede haber equidad u objetividad o cierto equilibrio con un documental donde salen: Iñaki Gabilondo, Juan Luis Cebrián, Eduardo Haro Tecglen, Javier Tussell, Paul Preston,...?. Claro que la objetividad no es muchas veces la intención. No ignoro que han salido varios historiadores, un capellán militar, y Luis María Ansón, pero la valoración de conjunto es claramente partidaria de la izquierda y la República. Y es lógico, dado que se trata de exponer los campos de concentración que durante muchos años existieron en España (el último se cerró en 1962) sin olvidarnos de los miles de fusilados que hubo una vez "finalizada" la guerra y durante muchos años. "Perdieron la guerra y perdieron la paz". En realidad perdimos todos, aunque fuera naciendo en 1966 como es mi caso. Esto no puede olvidarse. Pero esto no nos impide reconocer que igualmente por el otro bando hubo atrocidades, que igualmente hubo fusilamientos, torturas, vejaciones. Las terribles "checas" donde parece ser que Santiago Carrillo tuvo mucho que ver, no dista mucho de lo que ahora sabemos de las dictaduras argentina o chilena. De todas formas resulta muy loable la gran cantidad de documentales que en los últimos años se están rodado sobre la guerra civil española.

.- La noche de la verdad ("La nuit de la verité", Fanta Régina Nacro, Francia-Burkina Faso, 2004) (***)

Debería ser de visión obligada para todos aquellos que fomentan el fanatismo, la intolerancia y la guerra. "En la guerra se abren las almas y por ellas entra el diablo". Magnífica. Sigues la historia con mucho interés. Se prepara una fiesta de reconciliación para firmar la paz entre los nayaks y los bonandés, pero las muertes acumuladas durante diez años de mutuo exterminio, hacen presagiar un terrible desenlace. El tiempo narrativo en que se desarrolla la historia abarca un único día, en el que la tensión va "in crescendo". Toda la parte final te mantiene en vilo, quieres que la frágil paz no se rompa pero estás temiendo que en cualquier momento suceda algo, y sucede....

.- Whisky (Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll, Uruguay-España, 2004) (***):

Perlas de otros Festivales. Genial. Es una película muy especial. Transmite una extraña complicidad con sus personajes. El cartel de la película es de lo mejor que he visto en los últimos años. "Whisky" es la palabra que se dice en Uruguay cuando se hace una foto (aquí decimos "patata") y queda muy simpático. Es cierto que se nota cierta influencia de Aki Kaurismäki. Es un tono seco en su forma, pero irónico en su fondo.

.- En el mundo, a cada rato (Patricia Ferreira, Pere Joan Ventura, Chus Gutiérrez, Javier Corcuera y Javier Fesser, España, 2004) (***):

Sesión Especial de Zabaltegi. Película colectiva de una enorme dignidad moral. Patrocinada por RENFE para Unicef. El sufrimiento de un solo niño en el mundo debería avergonzar al mundo entero, con sus dirigentes a la cabeza, por no ser capaces de ayudar, de verdad, en serio, a todos esos millones de niños, y por ende, a los adultos que sufren y mueren, a cada momento. Que si un 0,6% del PIB, que si un 0,62 %, que si un 0,623 %. Mierda para ellos. El hambre si es que un arma de destrucción masiva. Y la ignorancia, y el SIDA, y el paludismo,... Pero aquí seguimos, viviendo recluido en una sala de cine y escribiendo palabras. Al menos, bien a través de las imágenes, bien a través de las palabras, damos fe de las injusticias que existen. Me enorgullezco de estos cinco trabajos donde prevalece la visión documental, mezclada con algo de ficción pero que parte de hechos reales.

Por ejemplo, el primer trabajo de Patricia Ferreira se titula El secreto mejor guardado, donde un niño actor interpreta a otro niño que murió hace tiempo por el SIDA, es ficción narrativa en cuanto a la forma pero los hechos corresponderían a un documental.

En el segundo trabajo, el de Pere Joan Ventura, La vida efímera, es prácticamente un documental puro donde introduce un personaje de ficción interpretado por Vicenta Ndongo como enfermera. Está rodado en Malabo y se centra en el paludismo (malaria) que mata a gran cantidad de niños menores de cinco años.

Las siete alcantarillas es el tercer trabajo rodado por Chus Gutiérrez en Córdoba (Argentina). Relata la extrema pobreza de muchas familias. El padre recoge cartones por la calle (según su hija de tres años es coleccionista) y su madre limpia parabrisas (según la hija es que su mamá es muy limpia).

Javier Corcuera rueda Hijas de Belén. Rodado en Iquitos (Perú). Documental puro en el que nos cuenta cómo distintas generaciones de mujeres (desde una anciana hasta una niña de siete-ocho años) se ganan la vida de forma diaria. Todos venden algo, una niña vende huevos, otra una especie de leche que extraen de una especie de boniato, la anciana que fabrica vasijas. Por supuesto nada de escuela, ni de juegos. Esto si que es infancias robadas.

El último lo firma Javier Fesser, Binta y la gran idea y fue rodado en Senegal. Es el único que introduce toques de humor. Y es el que podríamos considerar como más de ficción. Un hombre tiene un reloj "hecho en Suiza" que todos los días hace sonar la alarma al mediodía ¿por qué? porque es "un reloj suizo que tiene alarma". La gran idea se le ocurre a una niña pequeña que escribe una carta que su padre lleva al gobernador. Quiere iniciar los trámites para adoptar a un niño europeo para que cuando sea mayor les ayude a progresar. Hay queda eso.

.- Super Size Me (Morgan Spurlock, USA, 2004) (**):

Perlas de otros Festivales. Aplaudida. Estilo Michael Moore. Texas es el Estado más gordo de USA. Durante 30 días desayuna, come y cena en un MacDonalds. Al final ha engordado 11 kilos, su colesterol se ha disparado y su hígado se ha vuelto loco. Y una reflexión personal: tengo que bajar peso.

.- Evilenko (David Grieco, Italia-Rusia, 2004) (**):

Menudo hijo de p... . La historia de aquel psicópata que mató a 55 personas, la mayoría niños, en la zona de Kiev, en Ucrania, cuando aún era la Unión Soviética. No recuerdo el título pero sé que este personaje ya ha sido llevado, al menos en otra ocasión, al cine. Malcolm McDowell, el de La naranja mecánica, se mete en la piel del personaje de forma brutal. Transmite una gran sensación de agobio, anda con las manos siempre hacia atrás. La caída de la URSS donde los verdaderos comunistas van dando paso a los reformistas de Gorbachov es el fondo histórico de la historia. En cierta manera ambos procesos de declive (para el psicópata) van paralelos, la URSS se destruye y él destruye vidas jóvenes. Esta actuación de McDowell debería recibir cualquier premio. El final el erróneo. Hay un momento en que le preguntan en el juicio si él es Evilenko, está metido en una jaula para evitar que sea linchado, mira fijamente al detective que le descubrió, le vuelven a hacer la pregunta, él sigue mirando, la cámara se acerca, cuando él dice: "Sí" el director debería haber metido fundido negro. Este era el final más correcto, sin embargo, se alarga algo más con el comentario de que fue condenado a muerte y ejecutado no se sabe ni cuando ni donde. El último plano es Evilenko en primerísimo primer plano mirándote directamente a la cara del espectador y que mantiene durante unos segundos que parecen eternos por el miedo que mete. Una película correcta con muy buenas interpretaciones.